2. Determinación de la naturaleza del problema
No siempre y necesariamente los problemas aparecen en forma de pregunta, ya que muchas veces se formulan en forma de exposición. Pero con independencia de la manera en que se formulen, el objetivo fundamental consiste en presentarlos en sus dimensiones exactas, mediante una exposición concreta y explícita.
Cuando un investigador describe un determinado problema, presenta normalmente los antecedentes del estudio, las teorías o teoría en las que se basa y los supuestos básicos en los que apoya el enunciado del problema.
3.- La propia definición del problema
Un problema expuesto con vaguedad o de manera ambigua confundirá al investigador y no le permitirá identificar las fuentes de información necesarias para alcanzar su solución.
Las cualidades que deben adornar esas preguntas tienen que ver con: la claridad en cuanto su precisión semántica, concisión, en tanto que breve y sintácticamente simple y unívoca, es decir, con una sola interpretación; debe ser factible de ser investigada, tanto en cuanto a su realización material como a la ontología del objeto implicado en la investigación; y ser pertinente, es decir, que esté en relación con el conocimiento disponible, que implique explicación, comprensión o transformación y que no incluya propósitos moralizadores o filosóficos.
Por ello debemos tener presente que:
- el problema debe expresar una relación entre dos o más variables
- el problema debe formularse en forma de pregunta con claridad y sin ambigüedad en sus términos
- debe ser posible su verificación empírica.
Respecto a la primera y segunda condición, es obvio su análisis.
Respecto a la verificación empírica hemos de tener en cuenta, en consonancia con McGuigan (1983) que no todas las preguntas que la gente sea capaz de formular pueden ser contestadas por la ciencia, ni todas son susceptibles de investigación, como ya hemos indicado. Un problema puede ser considerado como objeto de investigación científica solo si es resoluble y se distingue de los que no lo son
Para determinarlo nos apoyaremos en dos teorías sobre la resolubilidad. A saber:
a) Teoría de la verdad en verificabilidad: En este sentido diremos que un problema es resoluble si puede haber razones empíricas para responder en forma de "sí" o "no". Es decir, una proposición es verificable si, y sólo si, es posible determinar que la proposición es verdadera o falsa.
b) Teoría probabilística de la comprobabilidad.- Una proposición es comprobable si, y sólo si, es posible determinarle un grado de probabilidad.
En síntesis, un problema es resoluble si, como tentativa de solución, se puede proponer una hipótesis relevante y si es posible comprobar tal hipótesis determinándole un grado de probabilidad.
Un problema es irresoluble si carece de estructuración -es planteado de forma vaga-, si se emplean definiciones inadecuadas (que pueden inducir a interpretaciones distintas según las escuelas o corrientes que lo aborden), si resulta imposible determinar la probabilidad y si es imposible obtener datos relevantes.
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