sábado, 17 de junio de 2017

LAS VARIABLES

Las variables: tipos y funcionalidad

Las variables a considerar en cualquier situación de investigación son: 
a) Las variables extrañas o intervinientes (VE) aquellas entendidas como ajenas al estudio, bien porque se estima que no afectan al mismo o porque en el caso de que se considerase, deben ser controladas para que no actúen como variables independientes; esto quiere decir que las personas o la situaciones afectadas por un experimento deben ser equivalentes en cuanto a las variables consideradas como extrañas o intervinientes; es la forma de garantizar el que 
b) Las variables independientes (VI), (objeto de cambio, de diversidad o de selección) sean las responsables de los efectos, o no, provocados en las 
c) Las variables dependientes (VD), es decir, sobre aquellas variables que se espera que se modifiquen tras la acción de las VI.

Los pasos recomendados son:
1. Identificar el problema a investigar y sopesar si éste es abarcable con metodología empírico-analítica.
2. Formular las hipótesis que desea probar e identificar las variables determinando las VE, VI y VD.
3. Las variables deben ser operativizadas, es decir, observables y mensurables y determinar los niveles de duración, intensidad, orden o frecuencia
4. Considerar la población sobre la que se quiere generaliza, lo cual significa tomar decisiones sobre tamaño de la muestra y técnicas de muestreo.
5. Seleccionar, adaptar o construir instrumentos válidos.
6. Realizar experiencias pilotos antes de embarcarse en el experimento real

La medición significa, en muchos casos, que previamente, a no ser que se trate de una magnitud física o valor matemático, se ha de operativizar, es decir, sustituir el concepto o constructo por algo observable o mensurable (la agresividad física, contando la cantidad de contactos físicos, no amistosos por hora de clase, estableciendo un control cada dos minutos, durante una hora de clase, por ejemplo), lo cual nos permite diferenciar cuatro niveles de medición (Bartolomé, 1978, Cohen y Manion, 1990, Arnal y otros (1992) Tejada, 1997, Buendía, (1999).

- Nominal: consiste en asignar a una variable dos o más categorías excluyentes, otorgando a cada una un número. Ej.: nacionalidad: 1 español, 2 francés, 3, checo, 4, portugués, 5 italiano... No conlleva ni orden, ni jerarquía, ni más ni menos, se otorgan de manera informal. Implica igualdad o desigualdad. Permite obtener frecuencias y porcentajes y.χ2 (chi  cuadrado)
- Ordinal: en este caso las diferencias observadas si que implican nivel, jerarquía o diferencia en alguna cantidad mayor o menor; sin embargo la diferencia no está establecida en intervalos iguales, con lo cual sólo puede establecerse orden o sucesión entre posiciones. Las distancias entre ellos no son iguales, de forma que hay un primero y un último, no permite “lugares vacíos”. Ej.: nº de orden, por nacimiento, entre hermanos: 1, 2, 3, 4... Indica que según la característica entre ellos hay una diferencia que permite ordenar de mayor a menor. Permite obtener, además: medianas, percentiles y correlaciones ordinales, tipo Sperman., tests Mann-Withney y análisis de varianza Kruskal-Wallis
- De intervalo: Además de establecer diferencias de orden o de jerarquía, de mayor o menor cantidad, estas mediciones se realizan mediante escalas que implica una unidad de medida, gracias al intervalo constante. Son escalas construidas a partir de un cero arbitrario, no es real, (no implica que de realmente haya cero –nada de eso que estemos midiendo-; lo que se consigue es determinar numéricamente que las distancias entre las cuantificaciones asignadas a cada variable, número, significa que es igual; así 88-80 = 4; lo mismo que 20-16 = 4. Esto no ocurre en la ordinales ya que la diferencia entre el 8º y el 4º es de 4 puestos, la diferencia entre el 9º y el 5º también es de 4 puestos, pero esto no significa que la distancia entre esos cuatro puestos sea la misma. “ Pueden obtenerse estadísticos como la media, la desviación típica y la correlación.
- De razón: son escalas elaboradas a partir de la existencia del cero absoluto o carencia total de la característica a la que se alude. Estas mediciones asumen las características de las anteriores y además permiten establecer la igualdad de razones, con lo cual es posible realizar con ellas todo tipo de operaciones estadístico matemático: Todas las anteriores.

Otra calificación de variables, que es necesario contemplar se origina considerando las propiedades matemáticas que poseen o no. De esta forma disponemos de dos clases de variables, a su vez subdivisibles:

Cuantitativas, que permiten una cuantificación, y asignación numérica a partir de unidades de medición objetivas; si permiten una subdivisión interna de valores, con decimales, se las denomina continuas, ej: el coeficiente intelectual o la distancia de casa al colegio; en caso de que no lo permitan, y sólo admitan enteros, se las denomina discretas. Ej: número de hijos por familia.

Cualitativas, debido a su origen que impiden su cuantificación, son atribuciones, como por ejemplo el sexo o la profesión; las correspondientes al primer ejemplo se denominan dicotómicas, ya que sólo se dan dos posibilidades y las que engloban al segundo ejemplo politómicas, ya que pueden ser bastante amplias las posibilidades de pertenecer o poseer una u otra característica o atribución..

viernes, 16 de junio de 2017

METODOLOGÍAS DE ORIENTACIÓN EMPÍRICO - ANALÍTICA

Metodologías de orientación empírico-analítica
Todas las modalidades contempladas bajo este epígrafe poseen el denominador común definido por el método científico clásico propio de las ciencias naturales, caracterizado por: 


  • La visión analítica de la realidad permitiendo segmentaciones
  • La identificación de esos fragmentos como variables, operativizables y cuantificables mediante procedimientos objetivos y de posible cuantificación.
  • El planteamiento de las hipótesis, una vez identificado el problema, expuesto de tal forma que permita el aporte de evidencias y de posible réplica.
  • Dependiendo de la naturaleza del fenómeno objeto de estudio, la intención o la posibilidad de intervención del investigador en cuanto al control y manipulación de la realidad, las variables son catalogadas como intervinientes (se considera que su influencia es despreciable, insignificante o no posible de control y manipulación), independientes (aquellas que serán controladas y manipuladas) y dependientes (aquellas sobre las cuales, por relación causal, sufren modificaciones o no por efectos de las anteriores). Estas diferentes opciones y/o posibilidades que permiten al investigador, de forma deliberada, manipular y controlar esa realidad se denominan experimentos. 
  • Dependiendo del tipo de control dan origen a diferentes tipos de estudios, metodología o diseños:

          • Experimental
          • De caso único (N=1)
          • Cuasiexperimental 
          • Ex post facto.
          • Descriptivas


Antes de iniciar su descripción es necesario reparar en torno al papel de las variables y las hipótesis, con carácter general en este tipo de estudios.

jueves, 15 de junio de 2017

4.METODOLOGÍAS Y TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN

4.METODOLOGÍAS Y TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN

Muchas son las posibilidades de realizar investigación en educación, desde una posición académica, como docente en el sentido de enseñar, mostrar, guiar, facilitar o crear las condiciones para que el alumno sea capaz de estructurar o de descubrir determinado conocimiento y dar sentido a sus aprendizajes. Debe ser una  postura, en principio ecléctica, en la que se incluya una crítica constructiva que ayude a tomar decisiones a la hora de abordar este ese correlato de acciones, unas lineales y otras en paralelo, que deben realizar cuando se lleva a cabo un proceso de investigación. No es éste el  momento de justificar una posición personal, más o menos acorde con una visión del mundo, de la ciencia, de la investigación o de los procedimientos inherentes en cualquier proceso de indagación profunda. El profesor, en estos casos hace de relator, habla en tercera persona, él no hace una investigación, cuenta, enseña, demuestra o proporciona los medios y situaciones para llevarla a cabo.

Es como el asesor o responsable de una agencia de viajes. El viaje (la investigación) puede realizarse de muchas maneras; empezando por el principio, todo viaje se inicia con una finalidad, más o menos definida, existe un interés, motivo más o menos explícito; también más o menos libremente manifestado. Una vez tomada la decisión ¿cómo realizarlo?. Deben unirse varios aspectos (supuestos/postulados) y también valoraciones relacionadas con el tipo de viaje, medio de transporte, condiciones temporales, viabilidad presupuestaria, intereses personales, del mismo modo sopesar contraindicaciones o contradicciones... y todo ello pensando en la finalidad.

Los tipos de viaje resultan ser los paradigmas ¿qué se entiendo por viaje?. Viajes de placer, de negocios, de exploración,...¿o sólo hay un tipo de viaje que consiste en trasladarse de uno a otro lugar? ¿o nada más un viaje trascendental el paso de la vida a la muerte? ¿el viaje consiste en vivir?....Son los supuestos apriorísticos.

Una vez asumido el concepto de viaje y su finalidad, debemos obrar; es decir, hacerlo para cubrir el propósito. ¿Cómo debemos viajar? Es prematuro decidir, se necesitan más datos, porque dependiendo de diferentes opciones debemos escoger aquella que nos proporcione mayores garantías de éxito. Podemos ir a pie, en bicicleta, a caballo, en coche, en barco, avión, helicóptero, tren,.. Son muchas las posibilidades, deben agruparse: terrestres, marítimos, fluviales, aéreos, espaciales..., cada uno de ellos presupone una conceptualización con la cual nos podemos identificar, pero en realidad, por sí mismos no resuelven nada. ¿Qué representaría un viaje fluvial por el desierto, o un ferrocarril por los aledaños del polo norte? Representaría el método, la forma de poder realizar el viaje.

Una vez determinada esta opción, por ejemplo “marítimo”, ¿por qué optamos? Barca, velero, barco, submarino,... son las modalidades; cada una de estas cumple mejor que otras determinados objetivos. Coherencia y pragmatismo.

Sea cualquiera la decisión es necesaria una infraestructura, una preparación, para no estar continuamente improvisando: tiempo, comida, mapas o planos, ...Otras veces es necesario estar preparados para la sorpresa, ¿cómo actuar?

Creemos que la analogía es suficiente. Se puede, si se admite, profundizar, desarrollar y por supuesto matizar
.

Pero volvamos al discurso. Si ya hemos planteado nuestro problema, en términos genéricos, llega el momento de plantearse el camino para conseguir la meta. Nos estamos refiriendo a la toma de decisiones en torno al método o modalidad de investigación a elegir. Con independencia ahora de la naturaleza del problema que influye directamente en esta decisión, acometemos una descripción de las distintas posibilidades metodológicas. La misma tiene en cuenta los diferentes planteamientos previamente apuntados y los implícitos en el propio proceso de investigación. Desde esta lógica podemos aglutinarlas en torno a tres grandes bloques, sin olvidar la posible y necesaria complementariedad entre las mismas.


miércoles, 14 de junio de 2017

LA NATURALEZA Y DEFINICIÓ DEL PROBLEMA

2. Determinación de la naturaleza del problema 
No siempre y necesariamente los problemas aparecen en forma de pregunta, ya que muchas veces se formulan en forma de exposición. Pero con independencia de la manera en que se formulen, el objetivo fundamental consiste en presentarlos en sus dimensiones exactas, mediante una exposición concreta y explícita.
Cuando un investigador describe un determinado problema, presenta normalmente los antecedentes del estudio, las teorías o teoría en las que se basa y los supuestos básicos en los que apoya el enunciado del problema.

3.- La propia definición del problema
Un problema expuesto con vaguedad o de manera ambigua confundirá al investigador y no le permitirá identificar las fuentes de información necesarias para alcanzar su solución.
Las cualidades que deben adornar esas preguntas tienen que ver con: la claridad en cuanto su precisión semántica, concisión, en tanto que breve y sintácticamente simple y unívoca, es decir, con una sola interpretación; debe ser factible de ser investigada, tanto en cuanto a su realización material como a la ontología del objeto implicado en la investigación; y ser pertinente, es decir, que esté en relación con el conocimiento disponible, que implique explicación, comprensión o transformación y que no incluya propósitos moralizadores o filosóficos.
Por ello debemos tener presente que:
      • el problema debe expresar una relación entre dos o más variables
      • el problema debe formularse en forma de pregunta con claridad y sin ambigüedad en sus términos
      • debe ser posible su verificación empírica.

Respecto a la primera y segunda condición, es obvio su análisis.
Respecto a la verificación empírica hemos de tener en cuenta, en consonancia con McGuigan (1983) que no todas las preguntas que la gente sea capaz de formular pueden ser contestadas por la ciencia, ni todas son susceptibles de investigación, como ya hemos indicado. Un problema puede ser considerado como objeto de investigación científica solo si es resoluble y se distingue de los que no lo son
Para determinarlo nos apoyaremos en dos teorías sobre la resolubilidad. A saber:
a) Teoría de la verdad en verificabilidad: En este sentido diremos que un problema es resoluble si puede haber razones empíricas para responder en forma de "sí" o "no". Es decir, una proposición es verificable si, y sólo si, es posible determinar que la proposición es verdadera o falsa.
b) Teoría probabilística de la comprobabilidad.- Una proposición es comprobable si, y sólo si, es posible determinarle un grado de probabilidad.
En síntesis, un problema es resoluble si, como tentativa de solución, se puede proponer una hipótesis relevante y si es posible comprobar tal hipótesis determinándole un grado de probabilidad.

Un problema es irresoluble si carece de estructuración -es planteado de forma vaga-, si se emplean definiciones inadecuadas (que pueden inducir a interpretaciones distintas según las escuelas o corrientes que lo aborden), si resulta imposible determinar la probabilidad y si es imposible obtener datos relevantes.

martes, 13 de junio de 2017

EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

Formulación del problema de investigación

Hemos indicado con anterioridad que toda investigación comienza siempre con un problema, el cual generalmente queda mejor planteado en forma de pregunta. Como diría Kerlinger "el problema es, pues, una oración interrogativa que pregunta: ¿qué relación existe entre dos o más variables?" (1985:11).

De todas formas, para llevar a cabo una investigación dentro de los límites razonables, puede descomponerse la pregunta original en varios interrogantes secundarios. Si el investigador formula una pregunta en torno a la eficacia de las nuevas tecnologías en la actividad profesional, puede plantearse posteriormente subpreguntas acerca del efecto de las mismas sobre las actitudes de los profesionales, sus posibilidades de gestión, cambio de funciones y tareas, etc.

Sea como fuere, la formulación del problema queda determinada por una serie de factores que consideramos a continuación:

Sea como fuere, la formulación del problema queda determinada por una serie de factores que consideramos a continuación:

1.- Alcance de la investigación
Con ello damos a entender toda una serie de condicionantes que hay que tener presentes en su formulación, como son el tiempo que se dispone, el coste económico que conlleva el trabajo, la propia capacidad del investigador o equipo de investigación, etc. (Seaman, 1987)

Por ello debemos tener presente que:
a) el problema debe expresar una relación entre dos o más variables
b) el problema debe formularse en forma de pregunta con claridad y sin ambigüedad en sus términos
c) debe ser posible su verificación empírica.

Respecto a la primera y segunda condición, es obvio su análisis.
Respecto a la verificación empírica hemos de tener en cuenta, en consonancia con McGuigan (1983) que no todas las preguntas que la gente sea capaz de formular pueden ser contestadas por la ciencia, ni todas son susceptibles de investigación, como ya hemos indicado. Un problema puede ser considerado como objeto de investigación científica solo si es resoluble y se distingue de los que no lo son

Para determinarlo nos apoyaremos en dos teorías sobre la resolubilidad. A saber:

a) Teoría de la verdad en verificabilidad: En este sentido diremos que un problema es resoluble si puede haber razones empíricas para responder en forma de "sí" o "no". Es decir, una proposición es verificable si, y sólo si, es posible determinar que la proposición es verdadera o falsa.
b) Teoría probabilística de la comprobabilidad.- Una proposición es comprobable si, y sólo si, es posible determinarle un grado de probabilidad.

En síntesis, un problema es resoluble si, como tentativa de solución, se puede proponer una hipótesis relevante y si es posible comprobar tal hipótesis determinándole un grado de probabilidad.

Un problema es irresoluble si carece de estructuración -es planteado de forma vaga-, si se emplean definiciones inadecuadas (que pueden inducir a interpretaciones distintas según las escuelas o corrientes que lo aborden), si resulta imposible determinar la probabilidad y si es imposible obtener datos relevantes.

lunes, 12 de junio de 2017

COMPONENTES DE UN PROBLEMA

Componentes de un problema

Un problema de investigación es una entidad compleja constituido por componentes múltiples. Estos pueden ser sintetizados en:
1. Una preocupación personal como punto de partida del problema.
2. Los elementos de la situación como son los factores que lo causan, influyen o sostienen el problema en cuestión.
3. El campo problemático más amplio en el que el problema esta inscrito (lo que otros han vivido, pensado, considerado del problema).
4. La situación ideal, es decir, la proyección de una situación sin problema.
5. Las sugerencias (soluciones) propuestas para atender esta situación ideal y los resultados posibles en relación con cada una de las sugerencias.
6. El marco de referencia (marco teórico) mediante el cual se articula la formulación del problema.

Análisis e identificación de un problema.

La identificación y análisis de un problema son dos pasos fundamentales en la investigación. El reconocimiento de una situación problemática proporciona el punto de partida, pero antes de proseguir el trabajo es necesario aislar, precisar y aclarar los hechos que originan el problema.

Los componentes presentados van de lo concreto a lo abstracto; de una anécdota o preocupación inicial hasta el marco de referencia del campo problemático. Es decir, partiendo de una preocupación concreta se llega a centrar la atención en la situación, en un proceso que trata de dar respuestas a toda una serie de interrogantes asociados con el problema (las personas implicadas, los requerimientos, los medios, el ambiente global de la institución en que se desarrolla la investigación, etc.). todo ello nos remite, además de a la citada identificación de la situación de partida, a buscar explicaciones y, por consiguiente, a trasladar el problema a un universo más amplio en el que otros investigadores han abordado ya ese problema u otros análogos. 

Esta información nos aboca a la revisión de las aportaciones previas sobre el campo problemático, identificación de las teorías, conceptos pertinentes, variables, etc. del problema.

Una vez descrita la situación problemática, el investigador sugiere la posible solución al problema, el tipo de resultados necesarios que den respuesta a dicha situación. Con todo ello,  se acerca a su formulación específica, que es susceptible de ser verificada, apoyándose en un cuadro de referencia, derivado del propio análisis teórico y conceptual.

De manera más específica, podemos concretar los siguientes pasos:

1. Reunir los hechos que pudieran relacionarse con el problema.
2. Decidir mediante la observación si los hechos hallados son relevantes.
3. Identificar las posibles relaciones entre los hechos que pudieran indicar la causa del problema.
4. Proponer diversas explicaciones de la causa del problema.
5. Cerciorarse, mediante la observación y el análisis, si ellas son importantes para el problema.
6. Encontrar, entre las explicaciones, aquellas relaciones que permitan adquirir una visión más profunda de la solución del problema.
7. Encontrar relaciones entre los hechos y las explicaciones.

8. Examinar los supuestos en que se apoyan los elementos identificados (marco teórico).

domingo, 11 de junio de 2017

EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

Los interrogantes como detonantes: EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

El inicio de una correcta investigación parece estar más centrado en formular una buena pregunta que en el método con el que investigar. Es decir, aclaremos, planteemos un buen interrogante y, después reflexionemos sobre cómo encontrar la solución. 

Howe y Eisenhart (1993) llegan a la conclusión de que “las preguntas planteadas en la investigación deben conducir a las técnicas de recogida de datos y a los análisis, y no al contrario”.

Casanova y Berliner (1997) comentan que la investigación educativa en EE.UU en otros momentos anteriores era mucho más dependiente de otras ciencias y de sus planteamientos, por el contrario, ahora, consideran que está más fuerte, “porque los investigadores han aprendido a comenzar no con un método, sino con una pregunta. Y la pregunta puede ser respondida utilizando múltiples perspectivas, cada una proporcionando diferentes tipos de comprensión. Ahora es bien reconocido que la cuestión define el método, no al revés”.

Como diría el saber popular o el personaje de “Alicia en el país de las maravillas”, la cuestión no es andar por el camino trazado, sino formularse la pregunta ¿adónde quiero llegar? y si ese u otro camino me llevarán hasta allá.

Una investigación es, por definición, algo que se busca, es un devenir hacia el acceso o la superación del conocimiento, con lo que conlleva de incertidumbres, dudas y recomposiciones; lo cual significa que el itinerario, el camino –el método- la vía de acceso al conocimiento no debe ser único y totalmente prefijado.

La primera expresión de un problema de investigación es un interrogante sobre algo que se quiere averiguar. Lo habitual es dar después a esos interrogantes forma de objetivos logrables si de hacen debidamente las ‘diligencias’ empíricas que haga falta. Lo de explicar o no hipótesis sobre todos o cada uno de los interrogantes u objetivos ya es algo más discutido. Hay razones para hacer y para no hacer hipótesis” (Dendaluce, 1995) 


En esta misma línea Quivy y Campenhoud (2000) comentan que la primera etapa de una investigación es precisamente conseguir formularse buenas preguntas de investigación ”por medio de las cuales el investigador trata de comprobar los procesos sociales, económicos, políticos o culturales que permiten comprender mejor los fenómenos y los hechos observables, así como interpretarlos de manera más adecuada. Dichas preguntas demandas respuestas en términos de opciones, de estrategias, de modos de funcionamiento, de relaciones y de conflictos sociales, de relaciones de poder, de invención, de difusión o de integración cultural, por no citar más que algunos ejemplos clásicos...”