LOS AGENTES DE LA FORMACIÓN: INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN GENERAL
“El término formador, por extensión, se refiere a toda persona que de alguna forma o manera tiene relación con la formación desde la óptica de la responsabilidad de la concepción o de la realización de la misma. Comprende un grupo heterogéneo de personas, con profesiones muy distintas, difícil de discernir, conceptualizar y de establecer responsabilidades y de asignación de funciones. La distinta procedencia, su formación inicial, su concepción teórica y práctica de la vida y del trabajo, la diversidad de situaciones en las que tienen que operar (formación profesional reglada, no reglada), los niveles y modalidades de formación, las especialidades, los materiales que deben emplear o diseñar, la diversidad de grupos destinatarios, no hacen sino añadir complejidad a una “PROFESIÓN” nueva y no perfilada en la mayor parte de sus competencias” (Jiménez, B.).
Estas palabras iniciales, en relación con el formador, serían más que suficientes para evidenciar la complejidad del problema que queremos acometer al conceptualizar al protagonista de nuestro estudio. La dificultad derivada de la falta de deslindamientos en este campo, la ausencia de información en algunas de sus parcelas, la confusión terminológica ante un déficit manifiesto de vocabulario común, etc., no ha de ser un impedimento para afrontar y clarificar las aportaciones habidas respecto del formador, en un intento de ofrecer luz con relación a algunas dimensiones de este perfil profesional, con tanta proyección y repercusión en el futuro de la formación.
Es necesario clarificar en estos inicios que el análisis que pretendemos realizar queda circunscrito al contexto mediato de la realidad española, no obviando el de contexto europeo como mediador del sistema de formación profesional y ocupacional.
Baste para este posicionamiento la necesaria referencia a la LOGSE y la normativa asociada a la formación para el trabajo como claros exponentes de la dependencia e interrelación de los diferentes sistemas educativos, sociales, culturales, políticos y laborales dentro de la Unión Europea.
Baste para este posicionamiento la necesaria referencia a la LOGSE y la normativa asociada a la formación para el trabajo como claros exponentes de la dependencia e interrelación de los diferentes sistemas educativos, sociales, culturales, políticos y laborales dentro de la Unión Europea.
Con ello queremos destacar nuestra preocupación por la realidad propia del formador, envuelta por otra más amplia, pero igualmente significativa e importante, como marco de referencia en nuestra exposición. Por tanto, serán obligadas las alusiones al contexto europeo, si bien no pretendemos realizar o establecer un estudio comparativo propiamente dicho entre los sistemas de formación de unos y otros países.
Esta entrada y todas las que siguen alrededor del tema del Formador Laboral pertenecen a la obra conjunta coordinada por José Tejada y Vicente Giménez Marín y editada por IFES y CIFO (UAB y URV) en la que trabajó el que suscribe este Blog. Va en recuerdo y homenaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario